Por Víctor Longares Abaiz
Primeros pobladores
Se
sabe con certeza de que el lugar de la actual Zaragoza estuvo poblado desde hace
4.000 años, en el paso de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro. En las
inmediaciones del Ebro, el Huerva y el Gállego había varios grupos humanos que
vivían en cabañas.
En torno al 600 a.C., había muchas aldeas de este tipo en la zona, configurándose políticamente en torno a una población principal. Se trata del pueblo de los sedetanos, perteneciente a la cultura íbera.
Sedetanos
Ocupaban
el territorio que delimitan la Sierra de Alcubierre al norte, el río Aguas
Vivas al oeste y al este el río Matarraña. Se encontraban a ambos lados del río
Ebro. Se les llama así, por la localidad Sedeiscen, que conocemos por
las monedas, pero desconocemos su ubicación, aunque podría estar en la actual
Sástago. Es posible que Sedeiscen ejerciese de capital respecto a las otras
poblaciones.
Eran un pueblo de cultura íbera, pero de origen indoeuropeo, emparentados con los ilergetes, con los edetanos y con los ilercavones. Se trata de una cultura fronteriza entre otras, por lo que estaba abierta a las influencias culturales.
Se dedicaban a la agricultura, sobre todo del cereal (cebada, centeno, mijo y avena), que guardaban en silos, tapados con barro y piedras. También practicaban la ganadería de vacas, cabras y caballos. Poseían una poderosa industria textil y utilizaban poco la metalurgia. Tenían una interesante producción cerámica.
Las principales poblaciones sedetanas son:
Bernava (entre Letux y Azuara)
Ebora
(La Puebla de Albortón)
Arsi
(La Puebla de Híjar)
Damaniu
(Hinojosa de Jarque)
Leonica
(Mazaleón)
Lassira
(Lécera)
Osicerda,
Orosis y Otobescen (ubicación desconocida)
Sedeiscen
(ubicación desconocida, quizá en Sástago)
Lagine
(Fuentes de Ebro)
Ildugoite
(Oliete)
Salduie
(Zaragoza)
Salduie
Entre
el 1500 a.C. y el 1100 a.C., hay ya algunas poblaciones en la
actual Zaragoza. Se han encontrado restos en Peñaflor, Villamayor y en otros
puntos a orillas del Gállego. También en El Castellar y Juslibol.
Entre el 400 a.C. y el 200 a.C., una de estas aldeas gana habitantes y se transforma en un núcleo urbano más complejo, que domina sobre las poblaciones aledañas. Se encontraba entre la actual Plaza de la Seo y la desembocadura del río Huerva, al comienzo del Camino de las Torres, en el Parque de las Tenerías. Estaba en el límite de la zona habitada por celtíberos. Los restos encontrados sugieren que se encontraba en el tránsito entre la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. La cultura íbera llegó a través del Ebro.
Es
posible que ejerciese su influencia y poder sobre las poblaciones de un radio
de 10 kilómetros. Gracias al Ebro, el comercio de Salduie llegó hasta la actual
Catalunya (donde comerciaban con los ilergetes), el Moncayo (de donde obtenían
mineral de los celtíberos), la Meseta Norte (donde vendían trigo a los vacceos)
e incluso el sur de Francia (la zona de Narbona).
La escritura íbera apareció en torno al 500 a.C., por el contacto con los griegos. En el 350 a.C., ya se utilizaba en el valle medio del Ebro. De esta época se han encontrado cerámicas importadas desde Grecia y otras de fabricación local, imitando los estilos griegos.
1. Plaza de la Seo.
2. Plaza San Bruno.
3. Calle Gavín.
4. Calle Don Juan de Aragón.
5. Calle Palafox.
6. Calle Palafox.
7. Calle Torrellas.
8. Calle Universidad.
9. Plaza Asso.
Llegada
de los romanos a la Península Ibérica
En
el 227 a.C., Asdrúbal fundó Qart Hadash (actual Cartagena). Ante
la pérdida de control del Mediterráneo en favor de Roma, los cartagineses buscaron
nuevos mercados en Hispania (nombre fenicio). Durante los próximos 30 años
aproximadamente, los cartagineses aumentaron su dominio y control en la
Península Ibérica, alcanzando el Ebro.
En
el 219 a.C., los cartagineses tomaron la ciudad edetana de Sagunto. En
el 214 a.C., los romanos entraron por primera vez en la Península, recuperando
y reconstruyendo Sagunto. La II
Guerra Púnica tiene lugar entre el 218 a.C. y el 202 a.C. Los romanos
desembarcaron en la ciudad griega aliada de Emporion (Ampuries), en el 218 a.C.
y expulsaron a los cartagineses de la Península Ibérica en el 206 a.C. Contaron
con ayuda de los poblados íberos de litoral catalán.
Los sedetanos también ayudaron a Roma. Precisamente de esta época se ha documentado vajillería de origen italiano en Salduie y otras poblaciones sedetanas. Es la época en que entra en el Valle del Ebro el cultivo de la vid y la fabricación del vino. También es el momento en que los sedetanos comienzan a acuñar monedas en sus poblaciones más importantes: Sedeiscen (quizá Sástago), Lagine (Fuentes de Ebro), Idugoite (Oliete) y Salduie (Zaragoza). También de los cartagineses aprendieron innovaciones. Se ha encontrado cerámica de barniz rojo, propia de los semitas occidentales.
En la rebelión de los ilergetes Indíbil y Mandonio (206 a.C. – 205 a.C.), nos encontramos con que los sedetanos son considerados por todos como aliados de Roma. Por eso, hay noticias de que los rebeldes saquearon el territorio de los sedetanos, incluida Salduie, ayudados por los celtíberos del sur. La rebelión fue sofocada por Publio Cornelio Escipión el Africano.
Consolidación de Salduie
Las
guerras contra los ilergetes hicieron que muchos sedetanos emigrasen hacia el
oeste. Roma, en su avance contra los celtíberos (Jalón y Moncayo), potenció esa
emigración y el establecimiento de los desplazados en poblaciones como Salduie
y Alaun (Alagón), para disponer de poblaciones aliadas importantes cerca del
frente. Las dos poblaciones crecieron bastante entre el 180 a.C. y el 70 a.C.
Salduie se consolidó como una población desde la que dominaba un radio de unos 10 kilómetros, en los que hay múltiples asentamientos, utilizados como vigilancia, asentamiento militar o establecimiento comercial. A ellos pertenecen los yacimientos encontrados en el Castillo de Miranda (Juslibol) y Santa Bárbara (Valdespartera). El Ebro era navegable desde su desembocadura hasta Vareia (Logroño).
La importancia de Salduie a comienzos del siglo I a.C. se refleja en dos bronces relativos a esta localidad:
Bronce
de Ascoli (89 a.C.)
El
general Sexto Pompeyo concedía la ciudadanía romana a un grupo de jinetes que
formaban el escuadrón turma Salluitana (reclutados en Salduie), por luchar en
campañas italianas.
Bronce de Contebria Belaisca (87 a.C.)
Es
un pleito entre Salduie y Alaun (Alagón). Salduie quería construir una
canalización en un terreno que los de Alaun consideraban propio. Se eligió a
Contebria Belaisca para mediar y falló a favor de Salduie. El veredicto fue
confirmado por el procónsul romano Cayo Valerio Flaco.
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