Por Javier Bueno Aragüés
En el capítulo
anterior (La expedición carolingia a Zaragoza), comentamos que el viejo condado de Aragón, como entidad
política y jurídica, se desarrolló a partir de los territorios que el imperio carolingio
logró retener al otro lado de los Pirineos, tras la expedición de Carlomagno a
Zaragoza en el año 778. No sabemos con exactitud qué territorios comprendía,
pero atendiendo a las fuentes, podemos afirmar con seguridad que giraba en
torno a los ríos Aragón y Aragón Subordán.
La referencia más
antigua acerca de un funcionario carolingio en estos territorios la encontramos
a principios del siglo IX. Las fuentes francas nos hablan de un conde
llamado Aureolo, cuyo cometido era controlar el comercio entre Hispania
y la Galia y que se encontraba al otro lado de los Pirineos, frente a Huesca y
Zaragoza, sin darnos una localización exacta del territorio[1]. Son muchos los
historiadores que dan por sentado que Aureolo fue el primer conde de Aragón. Si
bien es cierto que el territorio en el que se estableció ya contaba con un
antiguo corónimo visigótico que daba nombre a esas tierras, “Terrae
Aragonense”, no encontramos ninguna referencia escrita que lo designe como
tal. Será en el año 828 cuando encontramos la primera mención escrita de
Aragón en el Cartulario de San Juan de La Peña. Tras la muerte de
Aureolo en el año 809, el gobernador musulmán de Huesca, Amrus ben Yusuf ibn al
Muladí, se apoderó de todas sus fortalezas e instaló en ellas guarniciones. De
las fuentes deducimos que el conflicto debió ser constante, en el año 810 el
emperador envió embajadores con el claro objetivo de restituir su poder en la
zona. Se propuso una reunión entre el gobernador musulmán y los “Hispanici
limitis custodes” que no llegó a producirse. Ese mismo año se firmó una
tregua entre el emperador y el emir de Córdoba al-Hakam I que supuso la
liberación del conde Haimricus[2]. De nuevo las fuentes
francas nos informan de dos nuevos acuerdos de paz, uno en el año 812 y otro en
el 815 alcanzado por el hijo de Carlomagno, Luis el Piadoso y el emir de
Córdoba al-Hakam I. Es en este periodo donde supuestamente se
restableció el dominio franco sobre el territorio. Llegados a este punto,
debemos atender a otro tipo de fuentes para poder seguir conformando un relato
que deje poco espacio para la interpretación, lo cual resulta una ardua tarea.
El Códice de Roda nos da una relación de los primeros condes de Aragón, estableciendo como primer conde de Aragón a Aznar I Galíndez[3]. El origen del conde Aznar Galíndez sigue generando, actualmente, un intenso debate. Para algunos historiadores, es un gobernante autóctono y para otros es de origen franco. De lo que no hay duda es de que estaba subordinado al poder carolingio. La crónica de Roda cuenta que la hija del conde de Aragón, Matrona se casó con García el Malo, que era hijo de Galindo Belascotones y doña Fakilo. Galindo Belascotones se identifica con el gobernador de Xertanis, Ibn Balaskot, mencionado en el Abjar Machmúa. Xertanis, mencionado también en otras fuentes árabes como Sirtaniyya, se identifica con Sobrarbe, por lo que queda claro que el matrimonio entre García el Malo y Matrona, establecía una alianza entre el condado de Aragón y sus vecinos del condado de Sobrarbe, sujeto en ese momento a la autoridad de Córdoba, a través de tributo, como bien indican las fuentes árabes[4]. A partir de aquí, los acontecimientos se suceden con rapidez. Volviendo a la crónica de Roda, observamos como García el Malo trató de apoderarse del condado de Aragón. Para ello, repudió a la hija del conde, Matrona, para desposarse con la hija del rey de Pamplona Iñigo Arista. Ambos conseguirán arrebatar a Aznar Galíndez el condado de Aragón[5]. El conde de Aragón regresó a territorio franco para, según cuenta el Códice de Roda, echarse a los pies de Carlomagno, quien le dio los territorios de Cerdaña y Urgel.
Más adelante, en el
año 824, en una expedición enviada por Ludovico Pío, el conde Asinarius
y el conde Aeblus tratarán de apoderarse de las plazas perdidas. Tal y como
señalan las fuentes francas, cumplieron con la misión que les había sido
encomendada, pero fueron emboscados y hechos prisioneros a los pies de los
Pirineos[6]. Es aquí donde nos vamos a
encontrar interpretaciones bien distintas, dada la poca información que
encontramos en las fuentes. Por un lado, la interpretación más común es que el
conde Asinarius de las fuentes francas y el conde Aznar I Galíndez de la
crónica de Roda son la misma persona. El argumento principal lo encontramos en
las fuentes francas. Estas nos cuentan que, tras la batalla, el conde Aeblus
fue enviado a Córdoba para ser castigado mientras que el conde Asinarius fue
puesto en libertad por el parentesco que le unía con los vencedores. Este parentesco
sería el que unía a Aznar I Galíndez con García el Malo, que aunque había
repudiado a su hija, el conde seguía siendo el abuelo de su hijo. Para otros en
cambio, se trataría de personas distintas. Su argumento se basa en los Annales
Bertiniani, considerados una continuación de los Annales Regni
Francorum, donde se menciona a un hermano del conde Asinarius llamado
Sancho Sánchez, por lo que se identifica a este como Aznar Sánchez, conde de
Gascuña.
[1] Anales Regni Francorum. “Aureolus
comes, qui in commercio Hispaniae atque Galliae trans Pirineum contra Oscam et
Caesaraugustam residebat, defunctus est; et Amoroz praefectus Caesaraugustae
atque Oscae ministerium eius invasit et in castellis illius praesidia disposuit
missaque ad imperatorem legatione sese cum omnibus, quae habebat, in deditionem
illi venire velle promisit.”
[2] Anales Regni Francorum. “Imperator Aquasgrani veniens mense Octimbrio memoratas legationes audivit pacemque cum Niciforo imperatore et cum Abulaz rege Hispaniae fecit. Nam Niciforo Venetiam reddidit et Haimricum comitem olim a Sarracenis captum Abulaz remittente recepit.”
[3] Códice de Roda. “Asnari Galindones accepit uxor (lac.) et genuit filios Centolle Asnari, et Galindo Asnari, et domna Matrona”.
[4] Abjar Machmúa.
[5] Códice de Roda. “Ista Matrona fuit uxor Garsie Malo filium Galindi Belascotenes et domne Fakilo, et quare in uilla que dicitur Bellosta inluserunt eum in orreo in diem Sancti Ioahannis, occidit Centolle Asnari et dimisit sua filia, et accepit alia uxor filia de Enneco Aresta, et pepigit fedus cum illo et cum mauros, et eiecitque eum de comitato”.
[6] Anales Regni Francorum. “Aeblus et Asinarius comites cum copiis Wasconum ad Pampilonam missi, cum peracto iam sibi iniuncto negotio reverterentur, in ipso Pirinei iugo perfidia montanorum in insidias deducti ac circumventi capti sunt”.
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