EL INVENTO DE ESPAÑA Y LA RUINA DE ARAGÓN, CON LA LLEGADA DE LOS BORBONES

Por Alberto Percal

Hartos ya de tanta demagogia en libros de texto, vamos a exponer ejemplos de lo que supuso para Aragón la llegada de los Borbones. Se ha pretendido hasta ahora glorificar un sistema “mesiánico” que parte por dos el contrapeso de poder entre el Reino y el Rey y etiquetar de moderno que la  relación Cortes-Estado deje de serlo y sea ahora la de Rey-Estado, un Estado militarizado que tiene por encima del Rey a Dios y la Religión nada más, estrechamente unidos. 

Palacio Real de Madrid

El absolutismo, lo Absoluto en una persona, fue la implantación del poder que emanaba de la figura de Rey gozando de todos las prerrogativas que las leyes, sin instituciones, se avendría a decretar según a sus momentos emocionales. Un ejemplo lo tenemos ya muy temprano, al poco de llegar al poder, con un negocio personal que serviría  motivación, para que otros áulicos aplicasen la misma política del embolso fácil.

La monarquía absoluta no solo servía para imponer el capricho de la persona que la ejercía, supuestamente para gobernar a sus súbditos, sino formas de uniformizar, controlar la Hacienda con provecho personal, imponer cargos,… Como negocio personal, se abrían nuevos recursos para la familia, como lo fue el caso del asiento de negros, que se ofreció a un consorcio francés donde los principales accionistas eran Felipe V con un 25% y su abuelo y consejero Luis XIV con otro 25%, además de la prerrogativa de un impuesto que gravaba a cada esclavo y beneficiaba directamente a Felipe V. (1)

En los siglos XVIII y XIX, España fue una de las mayores potencias en el comercio de esclavos.

La principal motivación de la guerra fue el comercio (2) que se abría para Francia. Por eso, Luis XIV puso todo el interés y esfuerzo que llevó al Reino a la ruina económica al finalizar esta, y a punto estuvo de abandonar la idea en 1710 debido a las penurias que ya atravesaba, todo hecho con absoluta modernidad.

Los que los Borbones impusieron era la medida de poder administrar a su placer estos territorios y para ello era necesario eliminar el pactismo Cortes-Estado y sustituirlo por la supuesta modernidad Rey-Estado. Lo llevaron a cabo por imposición (¡oh, qué fea palabra!) de las armas. Seguramente, la falta de lluvia impidió recolectar suficientes flores, ya que si no hubiera sido tan excesivamente moderno, las sociedades de la Corona de Aragón hubiesen rendido pleitesía al nuevo poder arrojándose a los pies de tan espléndidas nuevas y modernísimas  formas de gobierno. Veamos cuáles fueron.

Donde había que poner orden era en el entramado impositivo castellano que, siendo muy provechoso para la Corona, necesitaba orden y simplicidad. En cambio, el aragonés no. La entrada de cargos impuestos por el monarca, no sin antes hacer caja, ya que estos se vendían, fue lo cotidiano en la nueva organización. No fue muy diferente en lo físico a la veredas que ya tenía Aragón, pero sí en la multiplicación de cargos. La eliminación de fronteras y aduanas con el respectivo pago de las generalidades fue sustituido por otro tributo, ya que, pagar no se iba a dejar de pagar. De hecho, se pagó tanto que terminó por esquilmar el Reino. 

En la Justicia hubo cambios, pero no por ello estos fueron modernos, más bien distintos y con una motivación clara:  controlar y someter al emergente Estado. La intendencia (fiscalización) fue militarizada. Así se disponía de un férreo control intimidatorio. Se puede profundizar mucho más en esto.

Y para terminar un ejemplo muy didáctico. Los Austrias, sin las contribuciones de la Corona de Aragón en su etapa regia (3), tuvieron seis impagos (quiebras). Los Borbones, que contaban con las contribuciones de la Corona de Aragón, tuvieron ocho impagos. La modernidad, esa terrible y manoseada modernidad.

La familia de Felipe V (Louis-Michel Van Loo, 1743.

(1) Los pagos provenientes del negocio de la esclavitud fueron dilapidados en salarios pagados a aristócratas, gastos diplomáticos, pensiones del gobierno y gastos personales de Felipe V.

(2) El rey de Francia participó activamente en el tráfico obteniendo grandes beneficios.

(3) Similar a la de los Borbones, contada hasta casi el final del XIX, 1882. Los Austrias 1516-1700.

Nota. En absoluto quiera parecerse este episodio a que los gobiernos regnícolas sujetos a los Fueros supusieron la panacea, pero de no ser así, les tendrá que parecer absurdo la doctrina histórica ejercida hasta ahora de insinuar modernidad a la llegada del absolutismo borbónico, viendo lo que hoy día siguen disfrutando navarros y vascos.